Los mejillones son una rica fuente de muchas vitaminas y minerales esenciales, son ricos en vitaminas del complejo B12, esencial para la salud del sistema nervioso, la formación de los glóbulos rojos y para el adecuado crecimiento y desarrollo, vitamina C, ácido fólico, hierro, fósforo, manganeso para la salud ósea y el metabolismo energético, selenio para la función del sistema inmunológico y la glándula tiroides y zinc.
Aparte de todo esto, están riquísimos, no conozco a nadie a quien no le gusten, se pueden preparar de diversas formas, he elegido esta porque normalmente los mejillones en escabeche siempre los compramos enlatados, con lo sencillos que son de hacer y lo deliciosos que quedan.
INGREDIENTES
1 kg de mejillones.
1/2 vaso de vino blanco.
1/2 vaso de vinagre de manzana.
1/2 vaso de AOVE.
1 cucharada sopera de pimentón dulce.
1 cucharada de café de pimentón picante (opcional).
Unos granos de pimienta.
3 dientes de ajo.
2 hojas de laurel.
En primer lugar limpiamos perfectamente los mejillones, los colocamos en una cacerola con el vino y los abrimos al vapor.
En cuanto se abran los apartamos del fuego, sacamos la vulva de las conchas y las ponemos sobre un papel absorvente para eliminar el liquido que tienen.
En una sartén o cacerola ponemos el aceite y cuando esté bien caliente freímos los mejillones durante unos segundos y los retiramos del aceite rápidamente.
Seguidamente, ponemos en el aceite el pimentón, la pimienta y el laurel, separándolo del fuego para evitar que se nos queme el pimentón.
A continuación echamos el vinagre de manzana y dejamos hasta que comience a hervir, momento en que retiraremos del fuego y vertemos sobre el recipiente que contiene los mejillones.
Debemos dejarlos reposar al menos unas horas, aunque cuando mejor están es a partir del segundo día.
Probad a hacerlos y ya veréis como no volvéis a comprarlos enlatados.
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